Región de La Araucania

El desarrollo de la Región de la Araucanía
está influenciado por la presencia de múltiples culturas: a los mapuche, se
sumaron españoles, luego chilenos y finalmente colonos de otros países europeos,
quienes llegaron a partir de la segunda mitad del siglo XIX.
Cuando los conquistadores españoles se
asentaron en la zona se estima que existía: “una población cercana al medio
millón de habitantes… los que se encontraban en un estado de desarrollo proto-agrario,
esto es, conocían la producción de ciertas especies vegetales en pequeña
escala” (Bengoa 17). El informe Conociendo la cultura mapuche (2002) elaborado por el
Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, explica que “durante el largo
período de resistencia a la dominación española y luego criolla, la guerra
dominará la vida cotidiana y deberán alterarse sus mecanismos habituales de
adquisición de alimentos y estructuración social, con evidentes consecuencias
culturales” (23). Esta dinámica, propia de los primeros años del siglo XVI,
disminuyó a mediados del siglo XVII gracias a la conformación de una alianza
con los europeos que favoreció el intercambio comercial y cultural.
En resumen, la Región tuvo una corta
dominación española que finalizó tras los acontecimientos de Curalaba. En
tanto, luego de: “sucesivos parlamentos realizados durante los siglos
coloniales, la corona española terminó por reconocer la soberanía de los
araucanos y el derecho que tenían a gobernar sus tierras” (Pino 17).
El movimiento de Independencia impactó
significativamente en la zona. La mayoría de los mapuche peleó a favor de la
Corona, porque ésta les otorgó garantías, situación que cambió con la
instauración del nuevo régimen republicano. Las tensiones aumentaron y por esta
razón el gobierno del Presidente José Joaquín Pérez Mascayano, aplicó un plan
de incorporación efectivo de La Araucanía, elaborado por el Comandante General
de Armas de Arauco, Teniente Coronel Cornelio Saavedra. Lo anterior: “permitió
fundar los fuertes de Angol, Mulchén y Lebu” (Aldunate 323) y, paralelamente,
se intensificaron las sublevaciones por parte de los mapuche. Este proceso,
conocido como ‘Pacificación’ u ‘Ocupación’ de La Araucanía fue también una
reacción frente a la amenaza de una invasión territorial por parte de Argentina
y sirvió para mitigar el aislamiento que sufrían las regiones más meridionales,
como la cuenca del Lago Llanquihue y Chiloé, producto de este ‘corte’ entre la
zona de Biobío y Valdivia, habitada por mapuche.
Para la historiografía, este proceso
culminó con dos hitos: la fundación de Temuco realizada por el Ministro del
Interior Manuel Recabarren, el 24 de febrero de 1881 y el descubrimiento de las
ruinas de Villarrica y la refundación de esta ciudad en 1883.
Posteriormente, el Presidente Domingo
Santa María González intensificó el proceso de colonización extranjera. El
portal Memoria Chilena señala que “más de ocho mil colonos de nueve nacionalidades,
aprovecharon los valiosos recursos naturales que
ofrecían los territorios ocupados”, situación que favoreció un rápido
crecimiento demográfico, que se incrementó en 1895 con la llegada del
ferrocarril.
Función policial
Luego de la Guerra Civil de 1891 se
aliaron bandidos y veteranos desocupados dedicándose al cuatrerismo en los
campos. En respuesta, el gobierno creó una fuerza especial para combatirlo,
así, en 1896 nace el Cuerpo de Gendarmes para las Colonias, al mando del
Capitán de Ejército Hernán Trizano Avezzana, un veterano de la Guerra del
Pacífico y Oficial del Regimiento Húsares con asiento en Angol, que tenía
experiencia en el control del bandidaje con tropas del Ejército. Su Cuartel
General estaba en Temuco y su principal objetivo era el control de orden
público para no desviar de sus funciones a los efectivos del Ejército.
En 1907 el Cuerpo de Gendarmes para las
Colonias se incorporó al Regimiento N° 8 del Cuerpo de Carabineros, que cubría
Temuco, Valdivia y Collipulli, concentrándose en la seguridad pública de las
zonas rurales. La fusión conllevó la creación de un Regimiento de Carabineros
en Malleco y otro en Cautín, los cuales en 1928 conformaron la Prefectura de
Cautín.
Por su parte, existieron Policías Fiscales
en la Provincia de Malleco con unidades en Collipulli, Angol, Victoria y
Traiguén; mientras Nueva Imperial, Lautaro, Temuco y Pitrufquén reportaban a
Cautín.
Desde entonces los Carabineros han
contribuido eficazmente al desarrollo de esta zona, que tuvo un explosivo
crecimiento a fines del siglo XIX y con el tiempo se transformó en un polo de
atracción para la Región y el país.
Actualmente, las Patrullas de Acercamiento
a las Comunidades Indígenas, (PACI) creadas en 2013, realizan una significativa
labor de interacción con los pueblos originarios de la zona, colaborando
activamente a disminuir tensiones y generar instancias de diálogo que
contribuyan a la armonía en la Región. El principal requisito para formar parte
de esta unidad es hablar mapuzugun y vivir en
una comunidad.
La Región cuenta con una Jefatura de Zona a la que reportan las Prefecturas de: Cautín con cuatro Comisarías; Malleco con cinco y Villarrica con tres, en tanto, de cada comisaría depende una serie de Subcomisarías, Tenencias y Retenes. A este despliegue se suma la Zona de Control de Orden Público. En materia académica está el Grupo Temuco dependiente de la Escuela de Formación de Carabineros “Alguacil Mayor Juan Gómez de Almagro”, cuyas operaciones se remontan a 1945. Inicialmente funcionaba en la 2a Comisaría Temuco (U) y en mayo de 1993 se trasladó a su actual cuartel en el sector Las Quilas.