Juvencio Valle / Gilberto Concha Riffo (1966)

Tal vez el más español de los poetas chilenos, estudió en el Liceo de Hombres de Temuco, al que también asistía Pablo Neruda, quien le habría dado su seudónimo. En 1929 publicó La flauta del hombre pan, obra que relata el paraíso mitológico que es el sur de Chile y sus bosques. Le sigue El tratado del bosque (1932). “Centra su poesía en lo paradisiaco y en la mitología; mientras sus pares lo hacían en base al paisaje urbano”, explica el portal Fundación Cultural Miguel Hernández.
Más tarde viajó a España, para desempeñarse como corresponsal de guerra, haciendo colaboraciones a la revista Ercilla. En 1941 regresó a Chile y publicó su tercera obra, Nimbo de piedra, con la que ganó un concurso organizado por la Municipalidad de Santiago, en el marco del cuarto centenario de su fundación; posteriormente publicó El hijo del guardabosque (1951). Pertenece a la Generación del 27 y es uno de los pocos poetas que mantiene su ilación con la poesía española del Siglo de Oro. En 1966 es reconocido con el Premio Nacional de Literatura.