Mario Benedetti: palabras que cruzaron fronteras

Mario Benedetti, junto a Juan Carlos Onetti, fue una de las figuras más relevantes de la literatura uruguaya de la segunda mitad del siglo XX y un nombre imprescindible dentro del Boom de la literatura hispanoamericana, aunque con una trayectoria particular, marcada por la sencillez expresiva y el compromiso social.
Nació en Paso de los Toros (Tacuarembó, Uruguay), el 14 de septiembre de 1920, hijo de Brenno Benedetti, químico farmacéutico, y Matilde Farrugia. Realizó sus primeros estudios en el Colegio Alemán de Montevideo, lo que le permitió convertirse en el primer traductor de Franz Kafka en Uruguay. Posteriormente asistió al Liceo Miranda y a la Escuela Raumsólica de Logosofía, aunque debió abandonar sus estudios por dificultades económicas. A los 16 años ya trabajaba ocho horas diarias en una fábrica de repuestos para automóviles, iniciando así una vida marcada por la disciplina laboral y la formación autodidacta.
En 1945 publicó su primer libro de poemas, La víspera indeleble, y un año después contrajo matrimonio con Luz López Alegre, su gran compañera de vida, con quien compartió más de seis décadas, aunque el matrimonio no tuvo hijos.
Tras una estadía en Argentina, regresó a Montevideo y comenzó a dirigir la revista literaria Marginalia. De manera paralela publicó su primer ensayo, Peripecia y novela (1948), seguido por su primer libro de cuentos, Esta mañana (1949), con el que obtuvo el Premio del Ministerio de Instrucción Pública, reconocimiento que recibiría en varias ocasiones a lo largo de su carrera.
En 1952 inició su actividad política, combinando la escritura con un intenso trabajo periodístico. Viajó por Europa y Estados Unidos, experiencias que marcaron su mirada cosmopolita. En 1968 fue designado miembro del Consejo de Dirección de Casa de las Américas, en La Habana, donde fundó y dirigió el Centro de Investigaciones Literarias, convirtiéndose en un referente cultural en toda América Latina.
A comienzos de los años setenta, ejerció la docencia en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad de la República, al frente de una cátedra de literatura, consolidando así su influencia tanto en el ámbito académico como en el literario y político.
El 27 de junio de 1973, tras el golpe de Estado encabezado por el Presidente Juan María Bordaberry (Partido Colorado), partió al exilio. Primero residió en Buenos Aires, Argentina; luego en Lima, Perú; más tarde en La Habana, Cuba y finalmente en España.
Su obra literaria, vasta y diversa, lo convirtió en uno de los escritores más leídos y queridos de habla hispana. Dentro de su narrativa destacan novelas como La tregua (1960), un clásico universal traducido a numerosos idiomas; Gracias por el fuego (1965), El cumpleaños de Juan Ángel (1971) y Primavera con una esquina rota (1982).
En el terreno de la poesía, Benedetti cultivó una voz íntima y comprometida, cercana al lector común. Obras como Poemas de la oficina (1956), Inventario (1963, 1985, 1994), Poemas de otros (1974), Viento del exilio (1981) y El amor, las mujeres y la vida (1995) marcaron generaciones y consolidaron su popularidad. A ello se suma una producción amplia en el género del cuento, iniciada con Montevideanos (1959), y en el teatro, con piezas como Pedro y el capitán (1979), que confronta el drama del poder y la resistencia.
Su trayectoria fue reconocida con importantes galardones internacionales: en 1999 obtuvo el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana; en 2001, el Premio Iberoamericano José Martí en reconocimiento a toda su obra; y en 2005, el Premio Internacional Menéndez Pelayo, entre muchos otros honores y doctorados honoris causa.
Mario Benedetti falleció en Montevideo el 17 de mayo de 2009, a los 88 años. El gobierno uruguayo decretó duelo nacional y dispuso que su velatorio se realizara con honores patrios en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo, donde miles de personas se despidieron de él. Su legado permanece vivo en la literatura, la memoria colectiva y en los lectores que siguen encontrando en sus páginas amor, esperanza y compromiso.