Coronel Diego Miranda: “Para ser historiador uno debe tener gusto por la lectura, la historia y perseverancia”

Rescatar la historia de la función policial y de Carabineros de Chile es uno de los principales objetivos del Museo, sin embargo, una parte importante de las investigaciones que sustentan este propósito se basan en el trabajo del Coronel Diego Miranda Becerra, quien cuenta con una amplia gama de publicaciones, orientadas principalmente a conocer y problematizar qué hubo antes de 1927.
Es un frío día de primavera y con el humor que lo caracteriza y siempre con un detalle para incrementar los fondos bibliográficos del Museo llega el Coronel Miranda, para compartir cómo nace su interés por la historia, una pasión que se remonta a su niñez y le sirvió para destacarse al interior de la Institución, a la cual entró el 1 de abril de 1948, sin conocer mucho de ella, pero al poco andar ya estaba completamente encantado.
-¿Cómo nace esta pasión por la historia?
– Cuando niño fui muy aficionado a la lectura a tal punto que los domingos, después de almuerzo, me acostaba con pijama, en pleno verano, para poder leer, aunque mis hermanos y los vecinos me iban a buscar para jugar. Estudié en el liceo Barros Borgoño y tuve la suerte de ser un alumno distinguido del historiador Francisco Frías Valenzuela, cuyos libros en varias oportunidades llevé a la imprenta. Siempre supe que era humanista, me gustaba escribir. Fui el mejor alumno de francés y, al mismo tiempo, andaba al tres y al cuatro y a patadas con el cinco en matemáticas.
– ¿Cómo aplicó este conocimiento al interior de Carabineros de Chile?
– Cuando ingresé a la Institución poco a poco fui aprendiendo y a la vez desarrollando una vocación. Si bien, comencé a escribir en el liceo continué en la Escuela de Carabineros, con el paso del tiempo mis partes se caracterizaron por estar bien redactados y en mayo de 1967 la Revista de Carabineros publicó mi primer artículo: “Algo más sobre la pena de muerte en Chile”.
Sin embargo, el interés por conservar el patrimonio surgió cuando fui ayudante del Director del Instituto Superior que en ese entonces se ubicaba en el Palacio Ortúzar, donde hoy está la Dirección de Educación, Doctrina e Historia. Recuerdo que había un par de maniquíes que me motivaron a leer más y empecé a interiorizarme en la historia de Carabineros de Chile, lo que dio paso a un gran cuestionamiento.
Durante el gobierno militar me nombraron Director de la Revista de Carabineros. En ese período escribí varias crónicas sobre sucesos que, de una u otra manera, causaron impacto al interior de la Institución y en el país. En tanto, siempre con el objetivo de acercar la historia y la cultura organicé en abril de 1975 el “Primer Salón de Artes Plásticas de Carabineros de Chile”, para fomentar la práctica de la pintura, iniciativa que contó con el apoyo de connotados pintores como Eduardo Ossandón y la participación de personal de diferentes grados y escalafones. El proyecto tuvo pleno éxito y su realización se prolongó durante varios años, también en este contexto propuse que el Orfeón Nacional hiciera tocatas durante abril en diferentes barrios y colegios, en el marco de la celebración del aniversario de Carabineros de Chile.
En 1978 cumplí 30 años de servicio y me acogí a retiro, no sin antes sugerir al General Director de la época, César Mendoza Durán, la idea de formalizar un Museo, ya que la necesidad de saber qué había ocurrido estaba asociada a un profundo deseo por conservar los objetos.
El 29 de abril de 1977, en el marco del quincuagésimo aniversario de Carabineros de Chile, se inauguró oficialmente el Museo Histórico Carabineros de Chile. Actualmente, posee valiosas colecciones distribuidas en diferentes salas y al efectuar el recorrido se desprende el claro objetivo que tiene la Institución en perpetuar sus tradiciones custodiando el patrimonio histórico policial, difundiéndolo diariamente con la comunidad.
– ¿Qué hizo después?
– Una vez en retiro el Coronel Voltaire Opazo Ibáñez me propuso trabajar como profesor en la Escuela de Carabineros, para impartir la asignatura de Aplicación de la Ley, más tarde tomé otras horas en el Instituto Superior, donde dicté clases de Historia Institucional y nuevamente se iniciaron los cuestionamientos: ¿cuándo comienza la historia? El 27 de abril; pero las instituciones no nacen de la nada…, todo tiene un contexto, entonces la primera pregunta sería ¿qué es Carabineros de Chile? Una policía. Y ¿qué es una policía? Así retrocedí en el tiempo, consciente que la seguridad es una de las necesidades primordiales de la gente y sin darme cuenta me trasformé en un ‘orgulloso ratón de biblioteca’.
-¿Cuál fue su primera publicación?
– Mi primer libro fue Policía en el Reyno de Chile y su trabajo de fuentes lo realicé en la Biblioteca del Congreso, porque me era fácil acceder a la información, ya que tenían unas tarjetas muy prácticas. En 1992 estaba terminado, sin embargo, sentía necesaria su revisión por parte de una voz autorizada en materia histórica y conversando con el General Director Rodolfo Stange Oelckers, surgió el nombre del Premio Nacional de Historia Ricardo Krebs Wilckens, finalmente la gestión fue exitosa y luego de interiorizarse en el texto me preguntó dónde me había formado como historiador. A lo que respondí, en ninguna parte. No tengo ningún estudio formal en esta área; frente a lo cual replicó sorprendido: “entonces se apropió de la metodología de los historiadores”. A esto obedece que la primera edición tenga un prólogo escrito por él.
En suma, sin haber estudiado entendí que debía ser así, pero reconozco que me ayudó mucho el manejo de francés, porque gran parte de la literatura de la época está en ese idioma. Finalmente, el libro se imprimió en 1992 y fue el aporte de Carabineros de Chile a la celebración del quincuagésimo aniversario del descubrimiento de América.
En 1997 publiqué Un siglo de evolución policial de Portales a Ibáñez, cuyo prólogo lo escribió el diplomático Mario Barros Van Buren. En 2002 Manuel Concha Pedregal, primer General de Carabineros de Chile. Dos años más tarde, se imprimió Policía y Carabineros Ensayos Históricos y Biográficos y en 2006 Carabineros de Chile: Policía y Fuerza Pública.
Luego, vino un gran desafío. El General Director Alejandro Bernales Ramírez me consultó ¿qué opinión tenía del General Ibáñez? Es nuestro fundador, gracias a él existimos y hemos sido muy ingratos, le contesté y estuvo de acuerdo, por ello, me propuso escribir una biografía y aunque se trataba de palabras mayores acepté. A modo de anécdota de esa conversación recuerdo que me prestó un computador, ya que antes trabajaba con máquina.
El primer paso fue leer lo que había sobre él, en ello tardé casi un año y en 2013 concluí el primer tomo de General Carlos Ibáñez del Campo, fundador de Carabineros de Chile; luego, el alto mando me solicitó el segundo, publicado en 2016.
En casi tres décadas el Coronel Miranda publicó seis obras. Policía en el Reyno de Chile narra la historia de las diferentes instituciones que realizaban funciones policiales en el país, desde la llegada de los españoles hasta la Independencia. Un Siglo de Evolución Policial, continúa el relato anterior, abarcando hasta la fusión que crea a Carabineros de Chile.
General Manuel Concha Pedregal, primer General de Carabineros de Chile es una biografía detallada de la vida y obra del primer General de Carabineros y primer Director salido de las filas institucionales, cuyo prólogo corresponde al historiador Joaquín Fermandois Huerta. Policía y Carabineros Ensayos Históricos y Biográficos, recopila artículos publicados, en su mayoría, por la Revista de Carabineros, en tanto, el prólogo corresponde al Doctor en Historia Cristián Garay Vera y a diferencia de los anteriores incluye ilustraciones; mientras Carabineros de Chile: Policía y Fuerza Pública, aborda un concepto que el autor define como “genealogía policial” y los orígenes de la reglamentación que dio vida a Carabineros.
Finalmente, Carlos Ibáñez del Campo fundador de Carabineros de Chile es una biografía muy detallada de la vida y obra del General Ibáñez en dos tomos. Incluye una reseña de la historiadora Patricia Arancibia Clavel y prólogo del abogado y profesor de la Academia de Ciencias Policiales, José Luis Cea Egaña.
-¿Qué está pendiente en materia de investigación histórica?
– Para ser historiador uno debe tener gusto por la lectura, la historia y perseverancia y, por lo mismo, es necesario impregnarse de la mística y el servicio. En este contexto creo que es muy importante seguir difundiendo la historia institucional, además es necesario que el Museo asuma un rol de validación sobre los contenidos que se entregan a la comunidad y a los integrantes de la Institución.
– Haciendo un poco de historia ¿por qué ingresó a Carabineros de Chile?
– Yo quería ser marino, pero el prospecto de la Escuela Naval incluía muchas matemáticas. Un día un compañero me mostró información sobre la Escuela de Carabineros y se la enseñé a mi padre, quien encontraba que era una carrera muy sacrificada. Él prefería Derecho o Dibujo Técnico, aunque yo me veía como profesor de Historia o Castellano. Sin embargo, al poco tiempo murió. En esos días rendí mi bachillerato, saqué 25 puntos y con ello podía estudiar leyes, pero quedamos en mala situación económica y acepté un trabajo temporal en el correo, luego postulé a la Escuela de Carabineros. Adentró me identifiqué plenamente con los valores de la Institución y aprendí un sinnúmero de cosas que me transformaron en el hombre que hoy soy. Además, me preocupé de compartir estos conocimientos con todo el personal.
Hoy, el trabajo de esta destacado Oficial constituye una obra maciza, imperecedera, relevante y verificable; aprobada y celebrada por el mundo académico y la Institución. Frente a ella solo resta decir: ¡gracias mi Coronel!