Fernando García Arancibia (2002)

Sus estudios de composición los realizó en forma
particular con los maestros Juan OrregoSalas, Carlos Botto, Juan Allende-Blin y Gustavo Becerra Schmidt. Sus obras fueron reconocidas internacionalmente y
su Historia de la música en Chile fue traducida al ruso en 1968. Además,
publicó artículos en numerosas revistas especializadas. En Perú, participó en
la creación del Mapa de los instrumentos musicales de uso popular en el Perú
(1978). En Cuba, contribuyó de manera significativa a la actividad
académica, musical y cultural. En 1990
regresó a Chile, ligado siempre a la Universidad de Chile, contribuyó con la Revista
Musical Chilena, en su calidad de subdirector.
Su obra destaca por contribuir a la multiplicidad de propuestas creativas que se hicieron a partir de la década de 1950, en estilos como la música electroacústica y música concreta. Contribuyó notablemente a la revitalización de la música para piano con obras como: Variaciones (O-19, 1959), Sinfonía (O-24, 1960), Estáticas (O-28, 1963), Urania (O-33, 1965), Firmamento sumergido (O-39, 1968). Además, cooperó con las múltiples propuestas nuevas en géneros y medios no tradicionales de música sinfónica. Por otra parte, obras como Canto a Margarita Naranjo (Antofagasta, 1948) (O-30,1964), Tres canciones para una bandera (O-31,1965), La arena traicionada (11 de marzo de 1966) (O-37, 1967), Romerías (O-38, 1968), Firmamento sumergido (O-39, 1968), Los héroes caídos hablan (7 de noviembre 1917-1967) (O-40, 1968), ¡Cómo nacen las banderas! (1922-1972) (O-44,1972), reflejan el compromiso e impacto de las ideologías renovadoras de la sociedad chilena de esos años. Su estilo de composición está influenciado por los procedimientos del serialismo, la música aleatoria, concreta y el dodecafonismo siendo pionero en muchas de las vanguardias realizadas en Chile. En 2002 recibió el Premio Nacional de Artes Musicales.