Pedro Humberto Allende Sarón (1945)

En 1945 se
transformó en el primer músico en recibir el Premio Nacional de Arte, mención
Música y uno de los más importantes compositores chilenos del siglo XX. Ingresó
al Conservatorio Nacional de Música en 1899, donde estudió con los maestros
Domingo Brescia, Enrique Soro, Luigi Stefano Giarda y se tituló como Profesor
de Violín y Profesor de Armonía y Composición. Entre sus alumnos sobresalen
compositores como Alfonso Leng, Carlos Isamitt, René Amengual, AlfonsoLetelier, Pedro Núñez Navarrete, Gustavo Becerra,
Juan Orrego Salas, Carlos Riesco y
Jorge Peña Hen. Este gran semillero de compositores y su destacada
participación en la Sociedad Bach e iniciativas como la Asociación Nacional de
Compositores, de la que fue fundador y residente, hicieron de él un pilar
fundamental de la actividad musical chilena.
Fue comisionado por el gobierno de Chile en tres oportunidades, para estudiar las problemáticas de la Educación Musical en otros países latinoamericanos y europeos teniendo la oportunidad de observar las nuevas tendencias de la composición contemporánea y directrices relativas a la metodología y enseñanza. Fue pionero del nacionalismo musical en Chile, desarrollando un estilo y escuela de composición tomados del folclor chileno, uniendo ritmos y sonoridades campesinas.
Es uno de los
primeros músicos en estudiar en terreno las manifestaciones musicales del
pueblo mapuche, lo que se expresa en
su amistad con Juan de Dios Ñancu, conocedor y recopilador de la música
araucana. También elaboró obras de carácter pedagógico como las “Rondas
infantiles”, “Piezas para violín” y “Metodología original para la enseñanza del
canto escolar”, entre otras. Dentro de sus composiciones destacan las Escenas campesinas chilenas (1918-1922)
para piano solo y el poema sinfónico La
voz de las calles (1920) composición en base a pregones callejeros y su
concierto para violoncello y orquesta escrito en 1915, el cual mereció un
especial comentario del compositor francés Claude Debussy en una carta fechada
en 1916.
Sus composiciones para piano comprenden
las siguientes piezas: Deux préludes (1915), Miniaturas grecques (1918),
Doce tonadas de carácter popular chileno (1918-1922), Etudes (1923-1936).
Todas ellas editadas en Francia. Cuenta con varias obras inéditas, como sus
cuatro sonatas y Sonidos concomitantes (1907). Todas estas composiciones
de su juventud constituyen su aprendizaje del oficio. Allende elaboró su
lenguaje musical analizando detalladamente algunas obras maestras del pasado,
desde Tomás Luis de Victoria y Palestrina pasando por las de J.S. Bach, Haydn,
Mozart, Beethoven, Mendelssohn, Liszt, Schumann, Schubert, Chopin hasta el
estudio de sus contemporáneos.