El tránsito, una tarea policial desde el siglo XIX

Desplazarse y transportar son necesidades que siempre han estado presentes en el desarrollo del hombre, para lo cual ha generado, a medida que avanza la tecnología, innovadores avances. Durante el XIX, prácticamente toda la movilidad urbana en Santiago dependía del tráfico de cabalgaduras. En 1857 se inauguró en la Alameda una línea de carros de sangre, el primer medio de transporte público capitalino. En tanto, el proceso de urbanización aumentó notoriamente en el último cuarto del siglo XIX, gracias a la gestión del intendente de Santiago Benjamín Vicuña Mackenna. Ésta marcó el inicio de una remodelación de la ciudad que consistió en modernizar las estructuras y regenerar las conductas y los hábitos de la comunidad.
Entonces la función de la policía iba desde perseguir el vicio hasta dirigir el tránsito. Para resolver la aglomeración vehicular, el Intendente instruía al Comandante de la Guardia Municipal, Manuel Chacón Garay, sobre fórmulas que hicieran más expedito el uso de la vía pública, materia que constituyó una de las principales preocupaciones de su administración.
En 1910 comenzaron a funcionar los primeros carros de transporte público a gasolina. En tanto, el primer vehículo que circuló en Chile llegó en mayo de 1902, se trata de un Darracq modelo C, adquirido por Carlos Puelma Besa en Francia; mientras la primera Ley de Tránsito, explica El Mercurio del 13 de julio de 2017: “se dictó el 2 de agosto de 1908. Obviamente, estaba diseñada para los carruajes y los caballos. Contemplaba, por ejemplo, que la obtención de una licencia para manejar carretas necesitaba de la recomendación de los vecinos, para certificar que era una persona digna de esa responsabilidad”, pues los problemas del transporte no eran un asunto menor y al igual que hoy era habitual la convivencia, no siempre cordial, de tranvías y carruajes en el centro de la ciudad.
En este escenario un Sargento de Policía debía rondar aquella zona continuamente; otros preocuparse por que los carruajes de servicio público no ocuparan el estrecho espacio de las calles, circulando en todas direcciones en busca de pasajeros, sino que permanecieran estacionados en la Plaza de Armas. Asimismo, debían velar que en los cruces de calles los carruajes marcharan a paso moderado, a fin de evitar las frecuentes y serias colisiones que en ellos se producían, a causa de la velocidad. Otra situación compleja era el abuso en que incurrían los carretoneros que conducían carga pesada, al elegir las calles más centrales, más concurridas, y cuyo pavimento se hallaba en mejor estado, para el tránsito de sus pesados carromatos. Para terminar con esta práctica, decretó la prohibición de que entraran al cuadrante formado por las calles Huérfanos, Bandera, Santo Domingo y San Antonio, debiendo velar la policía por el cumplimiento de esta medida.
Luego de la fusión entre la Policía Fiscal y el Cuerpo de Carabineros, la Institución asumió esta responsabilidad, adaptándose a través del tiempo a mejorar sus estándares de supervisión, de acuerdo al desarrollo tecnológico de vehículos que los hacía más accesibles a la comunidad.
En 1952 la población que vivía en ciudades superaba el 60% y es también en esa época que el General Director Humberto Meneses fortalece las unidades de radiopatrulllas. Para 1959, habían desaparecido ya los tranvías eléctricos en favor de los trolleybuses, luego de ellos vinieron los microbuses impulsados por diesel, que se consagraron en las décadas siguientes, período en que la congestión de tránsito se ha transformado en un flagelo de particular severidad, producto de la masificación de los vehículos en la población, lo que además de atochamientos generan una serie de problemas de salud pública.
Hoy la organización de los servicios de tránsito y carreteras dependen de la Zona Tránsito, Carreteras y Seguridad Vial, a ella reportan la: Prefectura Técnico y Seguridad Vial O.S.2., la Prefectura del Tránsito y Carreteras, Prefectura de Investigación Accidentes de Tránsito (SIAT), la 32ª Comisaría del Tránsito y la 57ª Comisaria Motorizada, entre otras reparticiones y unidades. Según datos entregados por CNN Chile en nuestro país circulan 5,5 millones de vehículos, por lo mismo, al igual que ayer la tarea preventiva en esta materia mantiene su alto nivel de relevancia y está inserta en los roles Preventivos y Educativos que desempeña la Carabineros de Chile.